En cualquier geografía tener la libertad de expresión correspondiente debería ser legal. Leyes que amparan la clausura y la persecución de músicos que se dedican a tocar en diferentes sitios de la cuidad inclusive en medios de transporte es hoy una realidad en Buenos Aires.
Que prohiban al arte en cualquiera de sus facetas es democraticamente injusto, ningun artista merece ser restringido, quien no puede apreciar la música, quin no tenga la sútil capacidad de viajar en el subte o tren y de escuchar una canción y sentirse agradecido, quien no pueda caminar por la vereda de su ciudad y valorar el trabajo de alguién que esta en terminos lunfardos laburando y haciendo lo que le gusta, lo que sabe, lo que puede y lo que no tendría porque dejar de hacer, quien no tenga la delicades y la sensibilidad necesaria para dejar en libertad los acordes que quieren sonar, por lo menos que comprenda que es un derecho justo y necesario por el que no vamos (Me incluyo) a dejar de luchar.
"Si hubiera más músicos que militares por las calles, habría más guitarras que metralletas y más artistas que asesinos"
"Los músicos que tocan en las calles de la Ciudad de Buenos Aires reclaman que sea tratado el proyecto de ley que presentaron en la Legislatura. Defienden su actividad frente a un vacío legal que no se adapta a la nueva realidad histórica.Se nuclearon en el Frente de Artistas Ambulantes Organizados (FAAO) y presentaron un proyecto para preservar la actividad musical en la ciudad. Ahora esperan que la Legislatura aborde y discuta el proyecto. Lo que conecta las experiencias de estos artistas es la necesidad de un marco legal renovado. Ellos defienden la geografía urbana como un escenario de expresiones comunes. Y en todos los casos, la elección de tocar en las calles responde a la misma necesidad: sostenerse en la voz que dice acá estoy, esto soy, esto sé hacer ".
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