Sección de poesía.
Segunda parte: Viaje introspectivo.
-39-
Espesos manjares,
bautizan,
toda la ductilidad.
El taciturno encuentro,
aletarga la imagen,
de tu cuerpo,
de mujer desnuda,
húmeda,
como en su bosque,
el bambú
y con aroma
a limoncillo.
Quiebra,
esta verguenza adolescente,
ofrendo el beso,
a tu bromelia dormida.
-41-
la dejé crecer,
arbolada y flamante.
la deje expandirse,
blanco su fondo,
negro su porte.
pero la vastedad
amazónica llegó,
con su tormento
y con sus epidemias.
Y entre mis piernas,
famélicas de pulcritud,
sucedió el despliegue.
ya no cantaron las aves,
ni fluyeron los ríos.
la rasure
y quedo al descubierto,
improvista de argumentos,
como nena tonta.
-93-
Asnos burgueses,
en el pabellón,
de las sentencias.
hilvanan,
susurros que acusan.
Suenan,
gramófonos anunciando,
orquestales oraciones,
de desesperanza.
Pero acarreo aquí,
el gen de la vehemencia,
supraterrenos en mí,
mostrando,
la visión del universo.
Y corro libre,
en mi propia alegoría,
y no me condena nadie,
excepto
mi propio estremecimiento.
-24-
Ahora que,
ya no lidio,
con la solidez
de las ideas mundanas.
ahora que fuí y volví,
crepuscular.
Ahora que,
renuncio,
a los amores convencionales.
-29-
"Se tapa el rostro,
con una bolsa plástica,
de supermercado chino.
Le teme a las escamas,
del sol del mediodía.
se cubre el cuerpo,
con lujosos harapos,
se adorna el alma,
con banderines de tela,
se quema las pestañas,
de obediencia".
-87-
Historias de Tibet
y la caverna de los tayos,
para mi redención.
Manglares amazónicos
y olores silvestres.
Abundan flores,
de las que vienen de Colombia
y sus conflictos con las farc.
el camino cedió
y yo abrí ventanas.
Abunda,
cannabis y amor.
76
Nuestro silencio,
conversa,
de poesía idílica,
bebe coñac,
lee,
a Hermann Hesse.
Nuestro silencio,
experimenta,
psilocibina,
se jacta,
de eterno.
nuestro silencio,
disputa,
un orgullo similar,
a tu solo de guitarra.
Nuestro silencio,
se masturba,
se duerme entrelazado,
y la ausencia
le causa,
un ajetreo de sarcasmo.
-41-
la dejé crecer,
arbolada y flamante.
la deje expandirse,
blanco su fondo,
negro su porte.
pero la vastedad
amazónica llegó,
con su tormento
y con sus epidemias.
Y entre mis piernas,
famélicas de pulcritud,
sucedió el despliegue.
ya no cantaron las aves,
ni fluyeron los ríos.
la rasure
y quedo al descubierto,
improvista de argumentos,
como nena tonta.
-93-
Asnos burgueses,
en el pabellón,
de las sentencias.
hilvanan,
susurros que acusan.
Suenan,
gramófonos anunciando,
orquestales oraciones,
de desesperanza.
Pero acarreo aquí,
el gen de la vehemencia,
supraterrenos en mí,
mostrando,
la visión del universo.
Y corro libre,
en mi propia alegoría,
y no me condena nadie,
excepto
mi propio estremecimiento.
-24-
Ahora que,
ya no lidio,
con la solidez
de las ideas mundanas.
ahora que fuí y volví,
crepuscular.
Ahora que,
renuncio,
a los amores convencionales.
-29-
"Se tapa el rostro,
con una bolsa plástica,
de supermercado chino.
Le teme a las escamas,
del sol del mediodía.
se cubre el cuerpo,
con lujosos harapos,
se adorna el alma,
con banderines de tela,
se quema las pestañas,
de obediencia".
-87-
Historias de Tibet
y la caverna de los tayos,
para mi redención.
Manglares amazónicos
y olores silvestres.
Abundan flores,
de las que vienen de Colombia
y sus conflictos con las farc.
el camino cedió
y yo abrí ventanas.
Abunda,
cannabis y amor.
76
Nuestro silencio,
conversa,
de poesía idílica,
bebe coñac,
lee,
a Hermann Hesse.
Nuestro silencio,
experimenta,
psilocibina,
se jacta,
de eterno.
nuestro silencio,
disputa,
un orgullo similar,
a tu solo de guitarra.
Nuestro silencio,
se masturba,
se duerme entrelazado,
y la ausencia
le causa,
un ajetreo de sarcasmo.
▪ La Frecuencia ▪
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